Otoño y pastillas de freno

Otoño y pastillas de freno

Las pastillas de freno son elementos que siempre deben estar en el mejor estado de conservación posible, después de todo, son las responsables directas del frenado de un vehículo y, en consecuencia, de la seguridad.

Con el tiempo, el uso de las pastillas hace que se desgasten naturalmente, lo que genera dificultades en el frenado y daños en todo el sistema de frenos si no se cambian a tiempo.

Precisamente por eso, las pastillas de freno en buen estado son tan importantes, no solo para el desempeño de las funciones del automóvil, sino principalmente para la seguridad del conductor.

¿Cuáles son los principales signos de que necesitan cambiar?

Habitualmente, los fabricantes indican en el manual del vehículo un plazo medio para realizar el cambio de pastillas de freno. El problema es que este tiempo puede variar según el uso del coche e incluso las condiciones de los lugares por donde circula.

Por ello, es función del conductor estar atento a cualquier señal que pueda indicar la necesidad de un reemplazo. Los principales son:

  1. Mira las luces del tablero

La mayoría de los automóviles modernos tienen su propio sistema en el cuadro para indicar que las pastillas de freno están desgastadas. Esto facilita la identificación de problemas y acelera su resolución.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no basta con confiar únicamente en las luces del salpicadero. Si alguno de los casos que te mencionamos a continuación sucede, debes cambiarlos igualmente aunque no se encienda ninguna luz de alarma. 

  1. Cuidado con los ruidos extraños

Uno de los síntomas más comunes de las pastillas excesivamente desgastadas son los chirridos cuando se aplica el freno.

  1. Resistencia en el pedal de freno

Al accionar el pedal, si le cuesta más pisar o si se comporta de forma diferente a lo habitual, es señal de que las pastillas son frágiles y su roce con el disco no es suave.

En estas situaciones, el conductor también suele notar que el vehículo tarda más en frenar. En este tipo de casos también debe procederse al cambio.

  1. Comprobar el grosor de los discos

Siempre que tengas la sospecha de que las pastillas de freno están desgastadas, acude a un mecánico especializado en este tipo de revisiones para que compruebe el grosor de los discos.

Si el disco de freno tiene menos de tres milímetros de espesor, es una señal de que la pastilla está causando una fricción excesiva debido al desgaste, lo que perjudica el frenado y la integridad del sistema. El intercambio es necesario en este caso.

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